viernes, 27 de febrero de 2015

Cazador de sonrisas

Después de nuestro regreso (sí, ya sabemos que nadie nos ha echado de menos...), empezaremos con una pequeña crítica de uno de los últimos cómics que han caído en nuestras manos:


Se trata de "Cazador de Sonrisas" de Agustín Ferrer Casas, 
la primera publicación de la editorial Valenciana "Grafito Editorial".

La razón por la que éste cómic cayó en nuestras manos fue casi de causalidad, aunque he de decir que, a mí al menos, me ha dejado un buen sabor de boca. (Por cierto, con por casualidad queremos decir que fue cuando el editor nos llamó porque estaba por Madrid y no quería comer sólo, y en ese momento le obligamos a que nos regalara un ejemplar).
Somos personas malvadas y perversas, le llevamos a comer cocido... ¡Muajajajaja! Y encima, se quejó del frío. ¡Pero si en Madrid no hace frío!

En el apartado gráfico, no suele ser en lo que más me fije en un cómic normalmente, pero he de decir que me ha parecido bastante acertado y que consigue sumergirte en la historia.
A mi el dibujo me ha fascinado, tiene ese aire retro que te transporta y hace que te apetezca entrar en el típico bar de los años 60 con el suelo de ajedrez, la máquina de discos al fondo y sentarte en los reservados para pedirte un batido de fresa con nata.
Un estilo muy cuidado con un colorido precioso.

Respecto al guión, lo cual para mí suele ser lo más importante, sobre todo en este tipo de "novelas gráficas", es bastante sólido, y la ambientación hace que todo resulte muy creíble.
Y todo ello es porque tiene una ambientación estupenda en la que se nota una documentación con mucho mimo, cómo podréis ver en las páginas finales de este tomo.

Vamos a intentar resumir la trama sin intentar caer en muchos spoilers: se trata de la historia de un dentista que no siente ningún tipo de empatía por el dolor ajeno y que ejerce su actividad cerca de una base militar americana de principio de los años 60 (como comprenderéis, con su profesión, su contacto con el dolor es bastante habitual). A partir de ahí, la historia consigue sumergirnos, a lo largo de sus 120 páginas, en una espiral de sucesos que acaban llevándonos hasta un desenlace que para mí resulta un tanto previsible. Pero no os llevéis a engaño con estas últimas palabras, puede que no me sorprendiera el final, pero eso no significa que no disfrutara de una historia totalmente atada y contada con mucho cariño.
Son de esas historias de las que hace replantearte si ir al dentista es una buena idea. Al protagonista, aunque sepas que no puede simpatizar con tu dolor y que no está muy bien de la cabeza, le acabas cogiendo cariño. Por eso, puede que el final de la historia te lo acabes imaginando.

El cómic viene además con una lámina firmada y un póster desplegable con una pequeña historia en la trasera, que a la hora de desplegarla no sabía muy bien por dónde tenía que empezar a leer.
También coincido que al no estar numeradas las viñetas que aparecen en el póster, hacía un poco confuso el leerlo, porque con las prisas, lo despliegas y luego te lías a leer. No te das cuenta que debes ir abriendo y leyendo...

En definitiva, para mí ha resultado una muy buena historia, que se nota que ha sido cuidada al detalle y que se ha trabajado con mucho mimo. Un cómic que creo que todo amante del género debería aprovechar para echar una ojeada y tenerlo en su estantería, y que se lee prácticamente de una sentada.
A mi me ha entusiasmado la historia, el dibujo y la edición, salvo que pondré un pequeño "pero" a esta última.
La historia consigue su cometido, que es que te metas en ella de un salto, y el color parece que está dado con lápices, así que cuando lo tuve en las manos me di cuenta que el papel estucado y brillante hace que pierda un poco ese "rollo sesentero". 
Pero en ningún caso, desluce la brillante edición del tomo.

Ahora sólo queda esperar a ver las siguientes publicaciones de esta nueva editorial y, cuando sea rico y famoso, hacerle una entrevista al "señor editor". Y por supuesto, esperar a ver cual es el siguiente trabajo de Agustín Ferrer e intentar encontrarle en algún sitio para que nos firme nuestro ejemplar.
Al señor editor ya lo pillaremos... ya... Y al autor también. ¿Para cuando venís a Madrid? XD

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